El día 20 de enero de 2017 fue una jornada muy especial. En el salón de actos de la sede social del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, tributamos un merecido recuerdo al compañero, amigo, escritor y poeta con el que durante muchos años compartimos charlas, teatro, viajes, actividades lúdicas y encuentros literarias, Pepe Calderón. Abrió la sesión la Iltre. Vicepresidente del Círculo, Doña Ángela Balbuena, que dio la bienvenida a los congregados y pasó la palabra al conductor del acto, Ramón Gómez del Moral, que haciendo una breve semblanza del homenajeado expuso y justificó el acto que nos convocaba. El acto estaba dividido en dos fases. En ambas, la virtuosa música salida de los dedos de Antonio Magdaleno acariciando su guitarra, nos acompañaría durante toda la sesión.
La primera fase se recogieron las impresiones de las personas que a través de la afición literaria habían convivido con Pepe. De este modo, se cedió la palabra al presidente del Grupo literario ALHOJA, Manolo Gil, que ensalzó la figura de Pepe Calderón, quien ejerció como secretario e incondicional colaborador durante muchos años en esta entidad. Fue después el presidente de ITIMAD quien glosó ampliamente la personalidad del homenajeado. Varios poetas de las distintas agrupaciones literarias a las que perteneció nuestro amigo leyeron poemas de la autoría del finado: Gregorio Serrano, de Aldea; Alegría Roncero y Manuel Palacios, de Alhoja; Idania Guerra y Felisa Lería, de Itimad. Terminó esta fase con la lectura por parte de Ramón de una carta fechada el 1 de abril del pasado año del propio Pepe denunciando sarcásticamente que no le hacíamos caso a pesar de lo mal que se encontraba.
Tomó la palabra Agustín Pérez para, al hilo de la citada carta, explicar que por la causa que él aducía constantemente ‘que no le hacíamos caso’ y que ‘se iba a morir sin ver al menos una parte de sus obras publicadas’ puso nuestro presidente en marcha la idea de editar un libro con creaciones en prosa y verso de Pepe, con el mayor de los empeños. Fue pensarlo y ponerse manos a la obra. En el verano pasado estuvo Pepe buscando y rebuscando qué insertar en el libro de sus ilusiones. Los traviesos diablillos del ordenador le habían escamoteado muchos trabajos y tuvo que recurrir a sus apuntes manuscritos. Finalmente, en septiembre ya estaban los textos casi concluidos, se maquetó y buscó una portada que fuera de su agrado. Corriendo a la imprenta para tenerlo lo antes posible y … ¡oh milagro! gracias a ímprobos esfuerzos se editó el libro, su título: ‘Con alma de poeta’. Vio el azul de su portada, olió su tinta fresca, pasó las hojas con la yema de los dedos y tuvo la sensación de oír una brisa deliciosa al airear las páginas, solo le faltaba un sentido para que los cinco disfrutaran de aquel libro que contenía parte de sus creaciones. Ni corto, ni perezoso, mojó a través de la lengua la yema de su dedo corazón derecho -no podía ser otro- y empezó a pasar páginas, cuando se le secaba, repetía la operación. Finalmente dijo: ‘he disfrutado mi libro con los cinco sentidos’.
En la segunda fase intervinieron, al unísono con la presentación del libro, varios poetas y amigos -Pepe Bravo, Rosario Fernández y Conchi Pérez del grupo literario Itimad; Estrella Bello, de Aldea; María Sanjosé, de Alhoja y Manolo García, amigo personal de Pepe- todos leyeron composiciones contenidas en la publicación.
En nombre de la familia, su hija Ana, agradeció el esfuerzo realizado para reunir a tantas personas queridas. Ana Calderón Vera, leyó las notas que tenía preparadas su padre para la presentación del libro ‘Con alma de poeta’ y otros versos especialmente elegidos. En las postrimerías del acto, pidió a una amiga de la familia, Teresa de la Luz, que cantase una canción en homenaje a su padre, y así lo hizo.
El dios Cronos, implacable, nos señaló que el tiempo se había agotado. Cerraron el acto los dos dignos representantes del Círculo Mercant: il que nos acompañaban la vicepresidente, Doña Ángela Balbuena y su bibliotecario y responsable del área de Cultura, D. Francisco Cárcamo.’